Por mil pesos un niño de cinco años fue secuestrado, torturado y asesinado en Los Reyes La Paz, Estado de México. Su madre debía esa cantidad que pidió prestada posiblemente para comer o para sobrevivir a la pobreza. No pudo pagar. Las supuestas acreedoras fueron a buscarla. Como no tenía con qué saldar la deuda, le arrebataron a su hijo. Y le dijeron que no se lo devolverían hasta que cubriera el dinero.
Durante días, la mujer volvió una y otra vez. Suplicó y lloró. Quería ver a su hijo. Pedía que se lo regresaran. La respuesta era siempre la misma: “hasta que pagues”.
El niño estaba cautivo en una casa de lámina, a pocas cuadras de su hogar. Y ahí, según vecinos, fue tratado como un animal: lo amarraron y golpeaban, le aventaban la comida, lo escuchaban gritar. Y nadie hizo nada.
No fue hasta el 4 de agosto, siete días después de su desaparición, que la madre presentó ante la desesperación una denuncia formal. Ese mismo día, agentes de la Fiscalía del Edomex lo encontraron: estaba sin vida, envuelto en un costal, en el mismo domicilio donde lo tuvieron secuestrado. Tenía cinco años. Murió con hambre, miedo y dolor.
Tres personas están detenidas. Pero eso no basta.
Porque Fernandito no fue asesinado sólo por ellos. También fue abandonado por sus vecinos, por la comunidad, por las autoridades, por todos los que escucharon sus gritos y decidieron callar.
No es un caso aislado. Es el reflejo de una sociedad rota, enferma.
Una donde el hambre convive con la crueldad.
Donde la infancia puede ser moneda de cambio.
Una donde los niños se mueren solos, y nadie se da por enterado hasta que ya es demasiado tarde.
La investigación sigue, lo que consta en la carpeta es que fue víctima de una extorsión brutal, y que Fernandito fue usado como garantía humana, hubo testigos, y no hubo reacción.
Fernandito murió porque nadie lo protegió.
Ni el Estado.
Ni su calle.
Ni sus vecinos.
Ni nosotros.
Y si eso no nos sacude, entonces ya estamos todos muertos por dentro.
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EN CORTO.- TOLUCA, SIN CONTROL. Aunque el alcalde Ricardo Moreno insiste en que la capital mexiquense no ha sido dominada por el crimen organizado, la realidad lo desmiente: más de 20 detenidos, casas de seguridad, armas, droga, personas secuestradas y un cadáver en una cisterna, todo dentro de su territorio.
El operativo federal y estatal que desmanteló al grupo “Los Alpha” -ligado al CJNG- evidencia lo que el municipio no quiso ver o no pudo contener.
Moreno no sólo ha sido rebasado por la inseguridad, ha sido exhibido por las fuerzas federales que hicieron su trabajo, por los vecinos que han sido abandonados y por una gestión errática que lo ha dejado fuera de escena en momentos clave.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SofiGarciaMX
MAAZ