A más de dos años del trágico fallecimiento de su hijo, Julián Figueroa, la actriz y cantante Maribel Guardia anunció que está lista para dar el siguiente paso en su proceso de duelo: llevar las cenizas de su hijo a un nicho. En un emotivo encuentro con los medios, la artista compartió sus sentimientos y los detalles de esta decisión.
“Justo este jueves fui a ver la lápida del nicho, estuve en la iglesia y en estos días haré el trámite para depositar las cenizas”, expresó Maribel, visiblemente conmovida. La artista explicó que, aunque está preparada para este acto, conservará una pequeña parte de las cenizas. “Sacaré unas poquitas para mí, para traerlas aquí”, dijo, señalando su pecho, en un gesto que simboliza el lazo eterno que la une a su hijo.
Julián Figueroa, quien también fue cantante y actor, murió en abril de 2023 a los 27 años a causa de un infarto agudo al miocardio y fibrilación ventricular. Desde entonces, Maribel Guardia mantuvo las cenizas de su hijo en su hogar, compartiendo en diversas ocasiones lo difícil que fue lidiar con la pérdida.
A pesar del dolor, la actriz se mostró serena y aseguró que siente la presencia de Julián en todo momento. “Tengo una foto gigante de mi hijo en el camerino, aunque no necesito tener fotos de él porque lo traigo tatuado en el corazón, pero por supuesto que siento la energía de mi hijo todo el tiempo”, concluyó.

Maribel Guardia habla sobre cómo sobrevivió al dolor
Además de hablar sobre el destino final de las cenizas de su hijo, la actriz se sinceró sobre su proceso de duelo y los desafíos que enfrentó. A pesar de su fortaleza, Maribel Guardia aseguró que no se considera un ejemplo. “No creo ser ejemplo de nadie porque soy una mujer llena de defectos, pero logré sobrevivir al dolor más grande de mi vida y pasar por momentos muy oscuros”, confesó.
La actriz atribuye su capacidad para superar este momento a su fe. “Creo que la receta es Dios, porque si tú te encomiendas y te agarras de su mano, él te ayuda”, afirmó. También destacó el papel fundamental que tuvo su trabajo en el teatro, especialmente en los momentos más difíciles.
“Es la vida que va pasando, aquí pareciera que es la misma obra, pero ocurrieron cosas diferentes; viví el momento más oscuro de mi vida en este teatro, pero también recibí tanto cariño del público, de mis compañeros; estar en el escenario me ayudó a poder levantarme de la cama, a continuar con un dolor que traeré toda mi vida, pero es lo que hay que hacer”.